CASTILLO DE FRÍAS -BURGOS- |
QUERIDOS
COMPAÑEROS Y AMIGOS DE EXCURSIÓN
Valladolid, 20 de Octubre de 2004
Queridos
compañeros y amigos de excursión: Es cosa probada y comprobada que los viajes,
aunque sean a ras de tierra, es decir, sin abandonar esta cosa nuestra castellana,
no sólo instruyen, al mismo tiempo nos abren la mente para respirar otro
ambiente, conocer otras gentes, otras costumbres, otros modos, otros pensares,
otros sentires. Nos abren de igual modo los ojos para contemplar singulares e
impresionantes paisajes, como los bravos macizos del Sistema Ibérico de ayer,
cruzando valles rodeados de grandiosa
vistosidad. Verdaderamente mereció la pena la visita a Oña, recorrer las estrechas y típicas calles de un
pueblo ubicado en un marco singular, un
escenario tan escarpado como fantástico. No resultó menos interesante el paseo
por el pintoresco Frías, típico pueblecito medieval emplazado a la sombra,
mejor aún, bajo los impresionantes muros
de su grandioso castillo. Sus casas colgantes también son llamativas.
Vagando y
divagando por las geométricamente trazadas calles de Miranda nos dimos perfecta
cuenta de su importancia, prosperidad y modernidad, sin discusión el segundo
casco urbano de la provincia burgalesa.
Amiguísimo Jesús, dado que por la circunstancia negativa de tu
repentina subida de tensión no pudiste disfrutar en plenitud del viaje, aunque
mi saber y entender en el tema hipertensión es corto, por la experiencia que me
confiere el hecho de ser veterano en el club de los supertensos, permíteme que a grandes rasgos te cuento lo
que de la cuestión conozco: En primer lugar, ¿Qué es la tensión y a qué se
debe? Pues no lo sé, pero es el caso que, bien a bien, tampoco lo saben los
médicos. Saben aliviarlo, pero no curarla. Lo que sí sabemos todos es que a la
tensión alta se le denomina la “asesina silenciosa” porque actúa sigilosamente
y sin dolor. Pero bien, vamos allá, la hipertensión es el aumento anormal de la presión sanguínea
en las arterias. Al corazón se le
compara desde siempre con una bomba conectada al sistema de tubos de la casa. La imagen es
exacta. Es precisos que el mecanismo funcione sin dificultad, que el corazón
aspire y expela la sangre por su cerrado
circuito con la fuerza y la regularidad correcta, o sea, que arterias y venas estén en buen estado, limpias y elásticas
para que la sangre llegue a todos y cada uno de los rincones del cuerpo, y si
estas condiciones no se cumplen la cosa
falla y hay que llamar al fontanero.
Todos tenemos, más o menos, de cómo actúa
nuestro músculo cardiaco, que se contrae para enviar el chorro de sangre a la aorta. Esta
es la fase de la sístole.
La presión entonces es la máxima. Sigue el
periodo de “llenado”, que es cuando el corazón descansa, es la fase de la
diástole, cuando la presión es mínima. Pues bien, la tensión alta significa que
la sangre sale del corazón con presión excesiva y con esa fuerza de empuje
corre por el sistema circulatorio, y si existen problemas de colesterol o de
cualquier otra índoles puede dar lugar a que alguna arteria rompa por el punto
más débil, lo que resulta sinónimo de hemorragias cerebrales, infartos de
miocardio, trombosis, apoplejías, angina de pecho etc. Es grande el número de
españoles que no son conscientes del grave peligro que la tensión alta supone.
Tú cuídate mucho, aunque eso ya lo
procurará Corintia, esa mujer de perenne
y encantadora sonrisa.
El de ayer, estimados amigos, sin duda fue un día diferente y
singular, para guardar en la memoria, porque rompió el monótono y desolador desfile de los días y sirvió para estrechar aún más los lazos de
nuestra amistad.
Cordiales abrazos
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