Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 23 de octubre de 2012

CARTA DE TU NIETA LAURA



Querido Yayo:
La semana pasada me dijo Rebe que te habían ingresado porque estabas flojucho y como no he estado en Valladolid y ahora que he vuelto ando un poco “mocosa” no me he acercado a verte, pero sí que quiero que sepas que tengo una visita pendiente.

Supongo que ya lo sabes, pero quería decirte que te envidio.
Envidio lo buen padre y yayo que eres. Todos tus nietos (entre los que me incluyo) estamos orgullosos de tener un yayo tan valiente y bueno.

Es una suerte tener una memoria como la tuya, pero la suerte es nuestra por tenerte como yayo, por poder escuchar tus historias y tus vivencias porque las cuentas como si de ayer mismo se tratase.

Nunca se me olvidará el día en el que me dijiste… “¡¡ pues claro que me puedes llamar yayo!!” Yo como niña, tenía envidia de Rebe, Cris y Jorge que continuamente llamaban tu atención llamándote yayo y yo aunque estaba con mi papá, pues supongo que también quería que en esos momentos fueras mi yayo para que me hicieses el mismo caso.

Siempre te agradeceré que nos acompañaras a mi marido Víctor, a mi familia y a mí en el día -hasta hoy-, más importante de mi vida.
Me consta que lo pasaste muy bien, de hecho te quedaste con nosotros hasta bien entrada la madrugada.

En fin yayete, que tienes que ser muy fuerte y recuperarte pronto para que puedas seguir contándonos tus historias y vivencias como lo has hecho hasta ahora.

Gracias, por ser como eres. Te quiero.
Tu nieta:
Laura

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se tan educado en tus comentarios como quieres que lo sean contigo