Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 7 de enero de 2014

AMOR A SÍ MISMO



Amor a sí mismo

Valladolid  7 Enero de 2002
Queridos hijos: El precepto “Amarás al prójimo como a ti mismo” no es una virtud que se practique mucho en la actualidad. No está de moda el amor a los demás ni el amarse efectiva y positivamente a sí mismo. Más bien la realidad está en radical contrariedad, porque  lo que priva es el egoísmo.

        Sería estupendo que los seres humanos, por ser hermanos, nos amásemos, incluyendo el amor a sí mismo, por la sencillísima razón de ser un ser humano más. Pero aquí está el quid de la cuestión, el tal amor a si mismo ha de ser racional, genuino, que suponga anhelo de superación, cuidado y respeto a sí mismo, responsabilidad…
Existe el otro amor a sí mismo irracional y engañoso que busca con excesivo interés lo que se juzga mejor para él: dinero, fama, éxito lo que en absoluto es el verdaderamente interés del ser humano, porque no acarrea felicidad. Tener por suprema norma en la vida el propio interés si no es egoísmo se rige por las mismas normas. 

        Dirigir todo el amor del corazón hacia la propia persona sin dejar el mínimo lugar para nadie más, sentir sólo placer en recibir y no en dar es transitar por la vida por un camino equivocado que no conduce a la dicha de nadie, ni propia ni ajena. Quienes no van más allá de sí mismo y los demás les interesan únicamente desde el punto de vista de la propia utilidad, está claro que no se quieren demasiado, sino muy poco, más bien nada, en realidad se odian. La cosa no puede ser más evidente, retirar el amor al prójimo para volcarlo sobre sí mismo es egoísmo y narcisismo puro y duro.

     Hijos, quedad bien enterados que en la persecución del interés egoísta no hay felicidad.

             Besos y abrazos,

lunes, 6 de enero de 2014

EL ARTE DEL BUEN COMER



EL ARTE DEL BUEN COMER 05-Enero-2002
            Queridos hijos: Hoy es una fecha un tanto particular en la que me hallo especialmente sensible ante esta cuestión: Nunca seré más joven que hoy, que es el último día de mi existencia.
Que cuento con 79 años, mañana seré octogenario, título que no todos alcanzan; entonces, vamos a ver, lo juicioso no es lanzarme a lamentar  tener fecha de caducidad, como los yogures, o sea, que el mas allá, está cada vez más acá, sino ponerme a considerar  que a los ochenta se puede ser enormemente joven, excusa válida para celebrar una fiesta con el correspondiente auto agasajo, practicando el arte del buen yantar, que es convertir el acto de comer en un placer para los sentidos y para la inteligencia. Para ello nada mejor que preparar de manera rápida y sencilla, pero sabrosa y jugosa unos langostinos con sus buenos bigotes, que son garantía de noble calidad.
Salpimentar el marisco y cocinar en aceite, limón, laurel y picante. Cuando tome color flamear con whisky y vermut; con esta receta los crustáceos destacarán al máximo su olor y su sabor.
Tampoco harán mal papel unos filetes de solomillo de ternera  a la pimienta. Elaboración: Sazonar la carne con sal, cubriéndolos por ambos lados con pimienta triturada, ayudando con los dedos para que quede incrustada. Dejar macerar. Freír en aceite a fuego fuerte y reservar calientes. Verter coñac en la grasa de freír los solomillos, añadir leche ideal y harina de maíz diluida en un poco de agua y ligar; cubrir la carne con la salsa y a saborear tales exquisiteces con calma, que ya se sabe que quien come despacio come dos veces.
Hijos, no me envidiéis y desead que la bendición de Dios todopoderoso caiga sobre estos gustosos manjares para que me den fuerza, salud y alegría… amén, amén, amén.
Besos y abrazos: Félix

domingo, 5 de enero de 2014

EN LA INFANCIA LOS AÑOS ERAN ETERNOS



En la infancia los años eran eternos

  Valladolid, 5 de Enero de 2002

 Queridos hijos: Hoy, porque mañana es mi santo, soy más consciente  de nuestro problema en relación con el tiempo, quiero decir que cuanto más tiempo tengo encima con mayor aceleración discurre. En la infancia los años eran eternos, hoy ocurre justamente lo contrario, corren a un ritmo tan abrumador que la vida se escapa como agua de las manos, sin que exista fórmula para detenerlos, ya que el tiempo nunca pierde el tiempo, siempre está ahí, a lo suyo, ahora bien, de nosotros depende el uso que le demos. Por lo pronto creo que resulta muy saludable zambullirse en el puro presente en razón de que la vida transcurre en el momento actual y hay que saber disfrutarla , saborearla intensamente, degustar el simple hecho de vivir, el enorme placer de estar vivito y coleando.
La mera realidad es que me queda poco de vida y ese poco hay que vivirlo en plenitud, puesto que sería absurdo no disfrutarla porque va a durar poco. No, eso no, en modo alguno, hay que gozar el día de hoy, dado que vivir es estar anclado en el vigente presente, pues la única vida verdadera que tenemos es la que estoy viviendo aquí y ahora. Dicho de otro modo, no dejar para mañana lo que puedas disfrutar hoy, mañana ya disfrutaré lo de mañana. Hay que pedir el goce  cotidiano como pedimos el pan nuestro de cada día dánosle hoy, que viene a decir, danos el pan de hoy, no nos des el pan de ayer, pero tampoco el de mañana. El pan de hoy, que es el único que puedo comer hoy.

        Estoy pensando que no me conviene cavilar mucho, sólo lo necesario, porque los pensamientos no son la realidad, pero si estoy considerando que me irá bien contar con el tiempo como amigo en vez de estar luchando contra él a todas las horas. A ver si me explico: tengo un truco, no para perder el tiempo, sino para ganarlo, disfrutarlo, de llenarlo de sentido al menos un rato cada día, es cuestión de tomarse momentos de sana inactividad física y actividad íntima, por ejemplo, mirar el cielo tranquilamente, escuchar los latidos del corazón sin preocuparme de otra cosa. Dicho mejor aún, volver la vista hacia el interior, vivir dentro de uno mismo sintiéndose cómodo. En Melilla lo resolvía muy bien, madrugaba y sentado en la terraza contemplaba en silencio todo el amanecer.

                                                                           Besos y abrazos,

viernes, 3 de enero de 2014

LIBRE ALBEDRÍO



LIBRE ALBEDRIO Valladolid, 2 Enero de 2002

Queridos hijos: Anoche apenas eran las 9,30 cuando borracho de sueño me quedé profundamente roque y, lógicamente, a las 3 de la madrugada ya estaba por entero espabilado y meditabundo, enfrascado con la idea de Dios. En un programa de radio se ha suscitado una discusión entre creyentes y ateos; Yo, por mi cuenta, me pongo a considerar que se pueden presentar dudas respecto al planteamiento que las distintas religiones hacen del ser supremo, pero puestos a razonar despacio, no sé si se trata de ser corto o muy largo de visión para argumentar que la supercarga de estrellas que adornan el cielo del muy leal, viejo y noble pueblo de Cornón y el sinfín de maravillas que nos rodean por todas las partes se hicieron solas, existe por pura chiripa, una casualidad más. Me resultan la mar de graciosos los listillos, que en posesión de la pura verdad, aseguran que toda esa grandiosidad y perfección es obra del azar y los azares, de la “nada absoluta”.La idea me parece de perlas considerando que ese azar, que esa nada posee una inteligencia y una sabiduría infinita que pone en marcha el gran tinglado. O sea, Dios, se llame como se llame.

        Hijos, mi opinión, respetando la de los demás, por ejemplo la de Mari cruz que dice tener motivos personales para no creer en nada, es que el mundo y el universo entero nos muestran al creador de mil maneras, por supuesto, para unos ojos que quieren ver: En la enormidad incalculable de puntos luminosos, en la profundidad de la noche, en un paisaje florido, en la sonrisa de un niño, en el canto de un pájaro…Metiéndonos más profundamente en nosotros mismos para escuchar atentos oiríamos una voz interior que nos dice que hay que tener fe en nosotros mismos, en nuestros semejantes, en la bondad, en el amor, en la justicia, en la vida, en Dios. Sentiríamos satisfacción obrando correctamente, así como zozobra y desazón con la mala conducta.

        Bueno, vamos a ver, porque en verdad, esto no es tan simple en razón de que el hombre es una enorme complejidad, se evidencia haciéndonos la eterna pregunta: ¿El hombre es por naturaleza bueno o malo? ¿Un lobo para el hombre o un cordero?

        Los partidarios de la teoría del libre albedrío sostiene que el hombre goza de plena libertad para elegir lo bueno contra lo malo; pero no son pocos los que piensan que el libre albedrío es sólo una ilusión porque está claro que la voluntad es movida por extraños instintos o por fuerzas que en parte son inconscientes y obran bajo cuerda y por la espalda, aunque eso sí, con truco, porque nos dejan la feliz convicción de que nuestra elección es libre y soberana, lo que quiere decir que conocemos  nuestros deseos pero no el motivo de nuestros deseos.
        Para aclarar algo las cosas o complicarlas aún más, pondré como ejemplo los dos casos extremos actuales: el hijo que acabó con la vida de sus padres a hachazo limpio y la madre que por celos estranguló a sus tres jovencísimos hijos ¿actuaron con plena libertad, poseían la facultad del libre albedrío o alguna maligna fuerza en su mente o en su subconsciente les empujó a cometer tales atrocidades?

        Hijos, ante tan peliaguda cuestión no sé qué pensar, pero de lo que no tengo el más leve resquicio de duda es que Dios no toma en cuenta nuestro currículo y en razón de ello el infierno está vacío.

                                        Besos y abrazos
Félix

lunes, 23 de diciembre de 2013

ENTRAÑABLES AMIGUÍSIMOS



Así de cariñoso y lleno de buenos deseos nos felicitabas en el año 2001 y otros muchos más; sin olvidar jamás a tu México lindo y querido empleabas palabras de aquella hermosa tierra que quedó tan llena de ti como tú de ella.
Ahora además de enviar esos deseos renovados a todos tus seres queridos en los que sin lugar a dudas nos incluimos mi familia y yo; quiero desearos a mi padre y a ti una eternidad maravillosa al lado de aquellos que como vosotros nos dejaron y que como vosotros siguen velándonos hasta el momento del dulce reencuentro.
Estos días echamos de menos vuestra presencia, vuestras risas y abrazos; echamos de menos poder veros y tocaron aunque sólo fuera una rozadita.
Bien sabéis que la melancolía y la Navidad van muy unidas y mucho más cuando quienes nos faltan durante los 365 días del año y para siempre sois los padres y abuelos más maravillosos que hubo sobre la tierra.
Os envío a los dos todo mi cariño de hija… a mi querido padre todo el amor que sentí y siento por él.

Dulces sueños Papás queridos. Dulces Sueños…



Valladolid Navidad 2001

     Entrañables  amiguísimos: Se aproxima la gran fiesta de la Navidad, la fiesta máxima, la más luminosa, la más familiar y completa, y lo hace como un fenómeno atmosférico, como una precipitación cósmica, toda una exaltación de los sentidos, porque nos meten por los ojos y hasta por los poros; luces, colores,  olores, villancicos,  nacimientos, abetos, mariscos, lechazo, cava (espumoso), caviar, Reyes Magos y papás Noel...
     Por supuesto, son asimismo, fechas especialmente propicias para dejar traslucir lo mejor de nosotros mismos, y teniendo, a gala y orgullo contaros entre mis más cordiales amigos voy a desearos que el arco iris de la felicidad se os meta  muy dentro y tiña vuestros corazones con los colores de la alegría y el buen humor.
     O sea, mis meros cuatitos, que os vaya rebonito, que vuestras vidas estén ahora y siempre  empapadas del mágico flujo de la alegría y el optimismo, llenas de emoción y risas, porque el mejor amigo del hombre es la risa, la risa que hace milagros, milagros que podemos realizar nosotros mismos.        
      El  amigo 2001 ha muerto, ¡adiós! Viva el capicúa 2002, año del Euro, que quiera el Niño Jesús se muestre propicio y favorable para todos.

Abrazos    navideños