Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

lunes, 21 de marzo de 2011

HOY SE INICIA LA PRIMAVERA

Para desearos feliz comienzo de la estación florida y luminosa, tomo prestada la foto de la higuera que mi amiga María tiene en su casa de Chipiona.
El rebrote y crecimiento del que ella nos hace partícipes cada lunes, es la mejor manera que tengo para decir que aquí estamos de nuevo, que mi leve ausencia ha sido pasajera y que libre de pensamientos y sentires difusos, aquí estaré cada día para seguir con mi hermosísima tarea de publicar lo que mi querido yayo primorosamente ha escrito, escribe y escribirá.

Besos y feliz primavera lectores.

Marisa Pérez

HOY SE INICIA LA PRIMAVERA     lunes 21/03/2011 8:47

Querida Rebeca y demás seres queridos:

Oh la lá, hoy se inicia la primavera y con ella todo es más alegre y bonito, hasta el nuevo día nace, según dicen, un minuto antes que el día anterior y como el viento va limpiando el frío del invierno, con un sol más luminoso, risueño y cálido, o sea, con la explosión de luz y color brotan las flores, la sangre corre ligera…, aunque la juventud me queda groseramente lejana, de algún modo, en alguna medida siento que la vida, como la primavera, florece, invitándonos a llenar la mente de pensamientos sutiles y generosos, consecuentemente,  a estar contentos y demostrarlo, esforzándonos en hacer algo a favor de los demás.

Besos y feliz semana primaveral.

                    Félix

lunes, 7 de marzo de 2011

ESPAÑA LENTA

Y digo yo ¿No sería mejor dejar de fabricar coches que puedan alcanzar la velocidad del sonido?
o Puestos a pensar... ¿No sería mejor que se bajaran los sueldazos y eliminaran los vitalicios? O que entre todos intenten salir de donde nos han metido TODOS en vez de apedrearse para ver quien se queda con el cacho. Y otras tantísimas medidas de austeridad que se me ocurren...¡¡¡Si las mujeres mandasen!!!

Feliz semana, que os pase lenta si es vuestro gusto y si lo preferís, que pase rápida, en mis deseos no hay radares ni señales de prohibido.
Marisa Pérez

ESPAÑA LENTA    Lunes, 07 de marzo de 20119:34

Querida Rebeca y demás seres queridos:

Hoy se inicia el nuevo plan de reducción de la velocidad en las autopistas con lo que el gobierno asegura que así habrá ahorro energético, pues, bien, para él la perragorda, pero, la verdad, nuestras ilustres autoridades están dando mala imagen porque bien parece que lo que hacen no es otra cosa que poner en juego todo su conocimiento y energía en dar con improvisadas ocurrencias que dejan claro que hoy por hoy lo que no está expresamente prohibido, se prohíbe, echando en saco roto el democrático prohibido prohibir.
Según las encuestas es abrumadora la mayoría de españoles escépticos respecto a la eficacia de la medida, creyendo que con la improvisada simpleza el ahorro será más el ruido que las nueces.
Personalmente, dado que ya me he desprendido del coche, me da lo mismo que lo mismo me da a la velocidad a que se circule, pero ahora que nos llega el agua al cuello con cifras que asustan, casi 4.5 millones de personas desempleadas, tantos parados que se encoge el corazón, pues precisamente ahora es cuando el gobierno a golpes de improvisación  saca esta ley, al decir de la gente, sin cabeza, como otras tantas sin pie ni cabeza de reducir un poco la velocidad, que junto a otros planes de renovación en los que hay que cambiar todo: señales, radares, neumáticos, bombillas…resultará más caro el collar que el perro.
Hilando más fino, algo se ahorrará, efectivamente, en combustible aminorando la velocidad, pero los conductores perderán valiosas horas atrapados en el coche conduciendo en la carretera. Otro aspecto preocupante que traerá cola, seguro, supondrá un incremento en las sanciones.
Vamos a ver, ¿qué pasaría si el gobierno tan proclive a prohibir, con un decretazo nos enviase a todos, como niños buenos, a la camita a las diez, apagando el alumbrado público de ciudades y autovías? ¡Menudo ahorro!
Es para pensar que nuestros insignes gobernantes se podían ir a freír churros a toda velocidad.
Por supuesto, otro gallo nos cantara si se educase al personal para la conducción eficiente, convenciendo, no obligando a que los conductores se involucren en el ahorro, en la austeridad, la sensatez y la mesura.

                       Abrazos y besos.

                                  Félix


domingo, 6 de marzo de 2011

SIMPÁTICA ANÉCDOTA

   Valladolid 3 de Julio de  2001

        Querida hija, hijos todos y nietos:
Imaginativamente paseo por Cornón desgranando recuerdos y he pensado que tal vez pudierais sentir interés por conocer algún rasgo personal de vuestros abuelos y bisabuelos: mis padres, Víctor y Filomena.
        Pronunciar el nombre de mi madre me produce tensión emocional, aunque bien pudiera ser que a vosotros os suene a antiguo, porque ha quedado en desuso, pero es un nombre sonoro y melodioso. Etimológicamente significa algo así como trino de ruiseñor.

        Voy, pues a contar una simple y simpática anécdota protagonizada por ellos; el escenario: Cornón en mi infancia.

        Cierta noche, muy a deshora, sacó a mi madre de su sueño un ruido. Despertó sobresaltada y sentada en la cama con el sentido de alarma muy alerta siguió escuchando y le pareció oír pasos. Siguió atenta y desconfiada, agudizando al máximo el oído y conteniendo la respiración en la oscuridad. Cuando tuvo la certeza absoluta de que el ruido eran pasos de ladrón, segura de que alguien había entrado en casa y sigilosa, muy sigilosamente se movía en la escalera, sacudió a mi padre dormido y le susurro al oído:
-        Víctor, Víctor, chiiis, calla y escucha, ¿oyes eso?
-        ¿Qeeeé? ¿Qué pasa? -refunfuñó él aún dormido.
-       Que alguien ha entrado en casa, está en la escalera, ¿no oyes?
-       No oigo nada -dijo mi progenitor ya despierto.
-       Escucha, escucha...
        Estiró la oreja el autor de mis días y entonces, sí, efectivamente, oyó con claridad como algo o alguien se movía fuera con pasos silenciosos, como quien anda con la punta de los pies, subía o bajaba la escalera, el leve crujir de los peldaños le delataba. Mi madre que como todas las mujeres de bien, se asustan fácilmente con este tipo de cosas, viendo con la naturalidad y sangre fría con que el esposo tomaba la situación, empavorecida y casteñeánlode los dientes rezaba y suspiraba:
-       Ay, Dios mío, ¿qué hacemos?
-       Cálmate, no te pongas nerviosa, que esto lo arreglo yo.
-       ­No vayas, Vítor, por favor, deja que se lleve lo que quiera y que se vaya. No seas temerario, piensa que cuanto más valiente es el pájaro más gordo está el gato.
-       Tengo que ir, ¿qué hago si no?  ¿Y qué tontería es esa de pájaros y gatos?
Y entonces mi padre al que no rozaba el miedo, y si no era así lo disimulaba bien, empuñando lo primero que halló a mano, abrió la puerta, respiró hondo y salió a enfrentarse con el malandrín.
-       No,Víctor, por favor,no...
        Pero algo había que hacer, y ya lo estaba haciendo. Tras unos momentos tensos de voces y ruidos, regresó mi padre muerto de risa con el intruso colgado del rabo entre los dedos. El temido malhechor resultó ser un inofensivo roedor que mordisqueando una patata la hacía rodar escaleras abajo, saltando de escalón en escalón.

        Resultó ser un  simple ratón, pero él ignoraba esa circunstancia, lo que se suponía era que un facineroso se había colado en casa con aviesos propósitos; otro hubiera temblado, él no tembló. Bueno, temblando o sin temblar tuvo el valor suficiente para enfrentarse al peligro.

        Mi madre, con los ojos resplandecientes de admiración e impactada por el coraje del esposo, agradecida no sabía qué hacer, si reír, llorar o hincarse a rezar.

        Hijos, a lo que parece, a vuestro abuelo lo único que le daba miedo era la idea de parecer cobarde.

           Besos y abrazos de padre y abuelo
Félix

viernes, 4 de marzo de 2011

FIN DE SEMANA TRANQUILO Y SOSEGADO


También para ti,que sea tan gratificante como lo desees.
Marisa

FIN DE SEMANA TRANQUILO Y SOSEGADO  viernes 04/03/2011 9:36

Querida Rebe y demás seres queridos:

Verdaderamente a  este año el invierno no se lo han comido los lobos, tan  largo y frío ha sido que todos mis amigos se lo han pasado -y siguen- tosiendo y moqueando. En este terreno casi podría decir que la vida vive empeñada en darme la oportunidad de ser un tipo especial a la hora de los molestos catarros, pues como digo, todo el mundo tose que te tose y yo fresco como una risa, el  problema catarroso no va conmigo. 

Bueno, lo que quiero desearos es un fin de semana tranquilo,  sosegado y provechoso. Por poner un excelente ejemplo: Rebe mimando a su abuelo que es tan bueno, por supuesto, no tan bueno que no pueda ser mejorable.

En fin, a estar contentos y reír mucho, que la vida son tres días mal contados, y la alegría es la verdadera chispa del  vivir, no la cocacola. 

 Muchos, muchos, muchísimos abrazos y besos.

Félix

martes, 1 de marzo de 2011

MÉXICO LINDO Y QUERIDO

Nunca te arrepientas del tiempo empleado en seguir recordando y compartiendo vivencias. Presume cuanto quieras de arrugas y de estar en la mera picota, porque mientras lo haces, seguirás estando ahí; vivito, coleando, ironizando y  gruñeteando; mientras, nosotros no dejaremos de abrazarte sabiendo que sabes quién te abraza.

Recordar es volver a vivir y tú, revives cada día. No dejes de sonreír mexicanito lindo y querido.

Abrazos y apapachos, vejete adorable.
Marisa

  Martes /03/2011 9:42


Queridos hijos y nietos:

La vida ha pasado aceleradamente y como el tiempo inexorablemente nos gasta, nos arruga, nos aplasta, resulta evidente que estoy en la cima de la vida, en la mera picorota con las consecuentes secuelas, desminuido ostensiblemente, o sea, achaparrado y torpe de movimientos, pero, vamos a ver, como aún conservo algo de memoria, vuelvo la vista atrás y contemplo retrospectivamente el camino recorrido de mi existencia  y le encuentro sembrado a penas de otra cosa que hechos cotidianos de escasa monta, pero dado el interés que mostráis por conocerlos, continuo, recordando vivamente la emoción que me produjo desembarcar en Veracruz, puerta de México, ciudad llena de alegría, animación y gente despreocupada que entiende que la vida es bella y que hay que disfrutarla. Capturó mi atención lo animados y bulliciosos que eran los portales donde permanentemente se oye alegre música y se admira a las jarochas, lindas muchachas ataviadas elegante y graciosamente con los trajes regionales y moviéndose al son de la bamba; la obligada visita al Gran café de la Parroquia, siempre de bote en bote. Ciertamente, emocionante, acogedor y melodioso resultó el lugar donde por primera vez puse el pie en tierras mexicanas.

El camino hacia la ciudad de México es sorprendente y me sorprendió, era nuevo para mí el benigno clima tropical y lo fértil del suelo con sus paisajes maravillosos de exuberante vegetación que lo envolvía todo. Se dice que el mundo está lleno de belleza y que quien sabe verla es porque lleva la belleza dentro de sí. 
Impresionante resultó su complicada y espectacular geografía, pues al ser región de altas montañas, las más altas del país, el Pico de Orizaba con próximo a los 6000 de altitud, da lugar a un trayecto de lo más accidentado y sinuoso, con sin fin de cumbres, pendientes impresionantes, repechos, desniveles, curvas cerradas…verdaderamente transitar por ruta tan zigzagueante era para amigos de las emociones fuertes. El trazado de modernas autopistas pasan de largo de las famosas cumbres de Maltrata.

Ya en la inmensa ciudad de los Palacios, recuerdo que la primera impresión que recibí fue de asombro por el marcado desequilibrio de la riqueza, pues existen colonias, o barrios, en que se muestra ostentosamente el vivir en la opulencia con suntuosas mansiones, y en deplorable contraste otros de jacales inauditamente menesterosos. Cerros que brotando como hongos, de un día para otro se organiza un laberinto de chabolas tristes e inhospedas construidas con material de desecho, madera, latas, cartón, sin luz, sin agua, sin desagües…  
En tocante a mí, por eso de que en cada tierra su uso y sus costumbres, no me resultaba fácil seguir el acomodo de la gente, pues consciente de que ir contra corriente no es de hombre prudente, hablando con absoluta franqueza, las cosas no tuvieron buen principio, el comienzo no fue bueno.

El lunes siguiente a mi llegada, sin saber cómo meterle mano, perfectamente desorientado, ya estaba trabajando en algo por completo desconocido para mí: encargado de la oficina de una importante empresa de transportes propiedad de Bascós, que he de decirlo,  me recibió y siempre me trató con verdadera afectuosidad. Independiente de ello, no me adaptaba al nuevo sistema de vida, no sabía cómo comer, ni cómo beber, ni cómo dormir, ni cómo hablar. Para ser más tajante, ni cómo vivir. Las comidas, para no singularizarme, las hacía en compañía de mecánicos y chóferes en un puesto callejero en el que la limpieza brillaba por su ausencia. El sabroso manjar que hoy son para mí las tortillas retacadas de rabioso picante, en aquellos días me resultaban incomibles, las famosas gorditas se convertían en el estómago en una masa indigerible y los chiles me abrasaban  la boca y me hacían llorar y moquear. Para colmo de desdicha, en una ocasión encontré en un taco un repugnante gusanote, supongo que se trató de broma, sería un gusano de maguey que ellos consideran un manjar exquisito, pero para mí supuso una tragedia, imposible volver a comer allí.

Me sopló de frente la fortuna al salir en mi auxilio la familia Navarro, personas rematadamente buenas, generosas y hospitalarias que durante varios meses me invitaron a sentarme a su mesa regalándome el paladar con exquisiteces resolviendo el problema, pero forzoso es reconocer que durante algún tiempo viví despistado al confundírseme las fisonomías de las personas,  tan semejantes me parecían que, como los chinos, visto uno, vistos todos. 
Lo mismo me ocurría con su simpático y peculiar modo de hablar en que todo se les iba en: ¿Qué hubo cuate?; P’os ahí no más; éntrale a lo tupido; ¿Cómo te jue?; oritita mismo; p’os quién sabe; ay, chirrión, ora sí que sí la amolamos; voy, voy, a poco; ya me cayó el chauistle…y entre ellos otras expresiones más léperas: no chingues, pendejo; muy chingón él; méndigo mono; pinche achichimcle; órale pinche güey, no seas malora…Con tal panorama ya os podéis imaginar el inicio de mis primeras conversaciones tímidas e indecisas.

Con todo,  lo peor eran las noches debido a que en un callejón ciego, sin salida ni iluminación que al ponerse el sol resultaba oscuro como boca de lobo y en él se hallaba ubicado el taller de reparación de camiones de la empresa, un enorme localón, no precisamente limpio ni ordenado y en un rincón estaba instalada la oficina, más bien un almacén de repuestos para la reparación de motores, y en tan poco acogedor lugar se había instalado provisionalmente un sofá-cama donde yo dormía.

Pues bien, a la caída de la tarde, cuando concluía la jornada y el personal se ausentaba, me quedaba solo y triste, obligado a refugiarme en tan desangelado habitáculo dado que por los alrededores no existían bares  ni lugares de reunión donde acudir a pasar un rato divertido, así que recluido allí, aburrido, acosado por la soledad y el silencio de la noche que avanzaba lentamente me sobraba tiempo para darle vueltas a la batidora de la cabeza con pensamientos nada alegres, más bien deprimido, desesperanzado, intranquilo y desazonado máxime con la lectura de las notas que de este cariz me pasaban por debajo de la puerta: “Gachupín, regresa a tu tierra, aquí no te queremos ni necesitamos”. 
Pronto conocí a los autores, dos chóferes manifiestamente antiespañoles que además, sin dar la cara, hacían circular la sospecha de que yo estaba allí actuando de espía para el patrón.

 La verdad es que no estaba acostumbrado a aquel aislamiento y añoraba Madrid, el movimiento, el bullicio, la alegría de la calle llena de gente. En efecto, como decía Camtinflas, para qué desnegarlo, en aquellos primeros tiempos lo pasé solamente regular. Pues por si todo eso fuese poco, estaba bien apercibido de que no sólo resultaba peligroso pasear por las oscuras y solitarias calles con intenso tráfico rodado, mucho coche que va y viene, pero ni un alma deambulando a pie, es decir, que resultaba una temeridad callejear, porque lo que sí  no faltaban, eran  gentes de mal vivir dispuestas a hacerte pasar un mal rato.  

Efectivamente, mal principio, pero tenía que superarlo y me daba ánimo diciéndome a mí mismo que tenía que entender con entera claridad que no podía dejarme dominar por la desesperanza y la intranquilidad, pues se trataba de una circunstancia temporal y pronto las cosas empezarían a funcionar y de hecho empezaron a funcionar bien, porque yo no había llegado allí a espiar a nadie, ni  crearme enemigos, ni a entristecerme por nada ni a enfadarme con nadie. 
Sinceramente y sin ánimo de darme jabón, mi madre tenía un natural tranquilo y facilidad para establecer amistades, y supongo que algo de ello heredé, porque siempre he tenido muy presente que hacer un amigo es una gracia, tener un amigo un don, conservar un amigo una virtud y que el amigo te conserve a ti un honor.

Después de Bascós, mi primer amigo fue el jefe de taller, una estupenda amistad que me favoreció mucho. Pero, bueno, mañana será otro día y seguiré contándoos.   
Besos y abrazos.  

lunes, 28 de febrero de 2011

RITMO ACELERADO


Querido y admirado yayo Félix:

Una vez más tienes razón –no toda- Y una  vez más voy a darte datos y razones.

DATOS: El día 10 de Noviembre de 2010 comenzó su andadura este Blog con el que tanto disfruto –y trabajo, no vamos a negarlo- y con el que pretendo –y voy logrando- dar a conocer tu extensa obra “cartífera” en la que reflejas tu vida y las enseñanzas adquiridas a lo largo de ella.
Contando poco más que con los dedos, hoy se cumplen 100 días de aquella primera y con esta, serán 70 cartas -o entradas- 20 de ellas antañonas y las restantes 50 nuevecitas y sin estrenar las que publicamos. El ritmo no es siquiera a una diaria, por tanto no veo tu temor a que se agote pronto la reserva.

RAZONES: Estoy ilusionada en mostrar la obra que llevaba demasiados años “oculta” entre las estanterías de tu cuarto. Y me propuse publicar una día sí, día no, o como mucho cada dos días, intercalando con las que sueles escribir casi a diario.
Mi tiempo es mucho más escaso que mi voluntad y no cada día puedo publicar, por eso aprovecho y para ir compensando, del tirón pongo una tanda, no para que la lean del mismo tirón, sino para que las vayan paladeando poco a poco, como el más sabroso dulce, sin “añusgarse” cual polvorón.
En cuanto a tus hijos y nietos, tranquilo, seguro que también tienen otros quehaceres “retrasados”.

No quisiera agobiarte con mi entusiasmo; así como vamos, vamos bien, tú escribe cuando y cuanto te plazca, yo seguiré revisando ortografía de las cartas que ya tengo, reescribiendo a ordenador las manuscritas y algunas de las que ya publicadas en el libro, no tengo archivadas.
Todo se andará, y si andando andando, se me agotaran las más de quinientas que tengo, volvería a tu casa para con tu ayuda y permiso,  hurgar entre las que siguen perdidas en múltiples carpetas. Si aun así se agotan, inventaremos cuentos como “La gallina Pitirroja” que estoy corrigiendo ahora. Tú y yo con un boli y un papel o aporreando teclas de ordenador, somos incansables y ¡¡Ay del que se canse!!

Te quiero guapísimo.

Marisa
P.D. Presume de viejito tú que puedes.


¿RITMO ACELERADO?   Lunes 28/02/2011 9:55

Querida y apasionada Marisa:

Tú vales mucho, estupenda muchacha, y con mi confianza depositada plenamente en ti, lo que hagas perfectamente bien hecho está, pero detenidos un momento a considerar las cosas, al ritmo que envías correos en un chico rato, irremisiblemente la fuente se agotará ¿y después qué? Conmigo no puedes contar demasiado, soy un viejito que ya no da mucho de sí, dos cartas semanales como máximo.

Mira, verás, joven criatura, no todo el mundo tiene un corazón tan entusiástico como  tú, a la gente le cuesta leer, entre mis hijos y nietos van retrasados, todos tiene cartas sin leer, consecuentemente, en mi opinión  día sí y día no resultaría más eficaz.

Sin embargo tú tienes la palabra.

 Abrazos y besos.

 Félix