Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

viernes, 7 de febrero de 2014

CACAO MARAVILLAO



CACAO MARAVILLAO

Valladolid-02-09-2001

Queridos hijos y nietos: Hoy, san Antolín, patrono de Cornón, me baila en la memoria una chilindrina referida a vuestra abuela y bisabuela Filomena. La anécdota tuvo lugar años ha, cuando el pueblo era cruzado a diario por rebaños de oveja, cabras, carneros y todo género de animales, sembrándolo todo de sirle, chirle y cagarrutas, es decir, que el poblacho era un basurero, empedradas las calles de boñigas, cagajones, cagalitas, chichicaca y cacao maravillao, obligando a la gente a caminar con cuidado para no ir piando mierdajas.
Bien, pues, próximas las fiestas patronales de la aldea, de pronto un chispazo iluminó el cerebro de la autora de mis días: gratuitamente y sin compromiso adecentaría Cornón  con un cuidadoso barrido. Hasta entonces los encargados de escobatear la aldehuela eran el viento y la lluvia, a nadie nunca se le había ocurrido poner en las tristes  y mediocres calles una escoba, y menos aún un detalle de gracia y alegría.
Pensado y manos a la obra, la víspera de la festividad patronal, escobón de brezo y recogedor en ristre y cuévano a la espalda se lanzó a llevar a cabo la inédita ocurrencia, algo nunca visto en el lugarejo, escobetear las calles y recoger la suciedad callejera, iniciando la labor  por el  lugar más excrementado, la trasera de la iglesia, continuando por el dédalo de calles, callejas y callejones, dejándolo todo limpio y reluciente para que el día  del Santo resultase agradable pasear por el villorrio sin peligro de  pisar mierderias.
La primera reacción cornita fue estallar en carcajadas, era de ver a mis paisanos sujetándose la barriga para no herniarse de la risa; allí todo era jolgorio,  mohines burlones y comentarios desfavorables: "qué discurriato y tanto que sabe ler"; pero el ambiente regocijante en que todo era carcajeo, pronto se tornó en gestos huraños y gritos de protesta contra la barredora cuando las preciosas barreduras remataban en nuestro estercolero y éste crecía como la espuma, convirtiéndose en el más abundante del pueblo, algo de importancia suma, porque abono, agua y sol proporcionan el alimento y energía necesarias para que se desarrolle el trigo: Lo dicen los refranes: "La boñiga hace espiga"; "quien abono echa tendrá cosecha"; "Pídele a Dios y los santos, pero echa abono al campo" y este a todas luces grosero "vale más cagajón de burro que bendición de obispo".
Aquella riqueza callejera por años desperdigada y despreciada, de pronto cobró inusitada importancia y los intifilomenistas Chato, Pinto, Danielón y otros que tal bailan, flor y nata de la cornitez más aguda se pusieron tarascos y aspaventosos y con los ánimos hirviendo a borbotones manifestaron abiertamente su sentir:
-"Mejor que se marcharía p'al su pueblo, acá no la queremos".
Las famosas barreduras que nunca habían significado nada para nadie ahora era motivo sobrado y suficiente para poner reparos a su mejor voluntad de llevar a cabo un escrupuloso barrido del villorrio, dejando hasta el último rincón pulcro y cuidado. Claro queda que mis coterráneos eran  gente de estrechas miras que preferían  un Cornón engorrinado y maloliente.
El pueblo era una verdadera olla de grillos, y aun el Rojo, algo pariente, con miradas cargadas de mala voluntad  arremetió contra ella, motejándola de desahogada y güetagones, recriminando el que barriese para casa, gozando el usufructo de la sustanciosa fuente de riqueza comunitaria. Se defendió mi madre con uñas y dientes:
-Oye, oye, Rojo, vamos a ver, si un animal hace sus necesidades en privado, en el establo, esos excrementos son propiedad privada, del dueño del animal, pero si transita libre por la calle y de pronto se le antoja hacer de vientre no seré yo quien se lo impida, como tampoco nadie puede impedirme que gratuitamente barra y retire la mierdería abandonada en la vía pública. Claro que si tú, o cualquiera otro reconoce que la boñiga es de su vaca, el cagajón de su burro o la cagalita de su oveja, que lo recoja, está en su derecho.
Con Cornón al rojo vivo se convocó al vecindario para recabar pareceres, y por mayoría absoluta se decidió sacar a subasta la concesión del privilegio, pero en estos términos descriminatórios: para los indígenas veinte reales anuales, para la forastera dos duros y un pellejo de vino. Mi padre autóctono por los cuatro costados protestó sin éxito.
El negocio resultaba muy codiciado por todos, pero en aquel Cornón desmonetizado no resultaba fácil contar en efectivo con las cuatro perras exigidas, así que fue mi progenitora, recovera, siempre con dinero contante y sonante en el bolsillo, la que se alzó con el privilegio de escobetear el pueblo y recoger las barredoras, pero no gratis, ni cobrando, pagando un canon anual tan descaradamente racial.
Pues eso, y lo siento, pero Cornón, mi terruño natal, con sobrada razón, ya casi ni existe.Besos y abrazos de vuestro padre y abuelo cornito de hueso colorado, por supuesto, no por las envidiejas  poco sanas, sino por su cielo violentamente azul y sus noches sobrecargadas de estrellas florecidas y pestañeantes.

Besos y abrazos

jueves, 6 de febrero de 2014

GESTOS COMPULSIVOS



              GESTOS COMPULSIVOS
Valladolid,  Octubre de 2001

Queridos hijos: A ver si me explico. Una cosa son los gestos simpáticos, tales como guiñar un ojo, las miraditas sutiles, expresiones del rostro que son emisiones de mensajes que tienen sentido y otra, pero que muy otra, hay un abismo, o dos, es el tic. Los tics son gestos compulsivos o crispaciones espasmódicas que no seducen, no son en absoluto agradables ni para quien los sufre ni para los demás.
El tic es feo, es un asunto que sugiere un malestar interior. No da apariencia de ser cosa grave, es una pequeñez, pero que acentuada al máximo delata que algo no funciona cual debiera, una conexión, lo diré así, demasiado  nerviosa. Los tics son una lata y muy diversos.
Quien los sufre no tiene culpa, ni yo se la echo, así como tampoco ignoro que es difícil librarse de ellos, pero, la verdad por delante,  el problema está ahí y no cabe ignorarlo, hay que poner remedio sin pérdida de tiempo, hoy mejor que mañana haciendo un esfuerzo inaudito si es necesario. O sea, que es sumamente necesario poner manos a la obra, que no es asunto irremediable.

         Perdón por mi molesta insistencia, pero es conveniente que insista para que alguien tome la iniciativa. No resulta difícil entender que el único motivo que me mueve es desear para vosotros lo mejor que humanamente sea posible.
                                                                 
Besos y abrazos

miércoles, 5 de febrero de 2014

EL VALOR DEL SILENCIO



EL VALOR DEL SILENCIO

Valladolid  2 Enero de 2002

Queridos hijos Hay una cuestión que vosotros, de lenguas activas, más bien gritonas, no se si alguna vez os detenéis a considerar: el silencio.
Está meridianamente claro que la palabra tiene una importancia máxima, tanto que es el principal medio de comunicación, y precisamente por ello no se valora adecuadamente haciendo excesivas veces mal uso de ella. Si la dejásemos descansar, guardando más silencio, otro gallo nos cantara. Con sobrada razón se dice que la palabra es plata y el silencio oro. El silencio si bien lo consideramos, en especiales ocasiones, es la mejor manera de dialogar, ya que implica estar más atento a lo que dice el otro, y muy de tener en, cuenta, porque si no se tiene una palabra amable en la boca es preferible mantenerla cerrada.
Bueno, razonemos despacio: Con la palabra expresamos lo que pensamos y los pensamientos son la mayor y mejor representación de lo que somos. No cabe duda que la palabra es magia, porque con ella damos valor a las cosas, pero ¡ojo! El silencio bien administrado no es menos mágico. La palabra tiene emoción, ideas, poesía, son el vínculo que nos une, y no pocas veces nos separan por no saber guardar silencio con el que nos percataríamos de que en ocasiones a nuestro alrededor se utilizan palabras para mentir, murmurar, calumniar, confundir, ofender y hacer daño con ellas. El silencio ayuda a poner en orden los pensamientos, para enseñar, cantar, rezar… No es menos importante guardar respetuoso silencio que puede ser refugio para la prudencia, el respeto, la confianza, hasta sirve para guardar un secreto.
El silencio no pocas veces está por encima de la palabra, incluso llama más la atención que los gritos y las palabras fuertes.
Hijos, si tenéis la oportunidad de dedicar algún rato al silencio, practicarlo y es posible que os resulte agradable y, sin duda, ayudará a la convivencia, lo que sería estupendo, porque, en verdad, buena falta nos hace a todos.

Besos y abrazos

martes, 4 de febrero de 2014

EL MARAVILLOSO JUGUETE DE LA NIEVE

EL MARAVILLOSO JUGUETE DE LA NIEVE

Valladolid 17 de Diciembre de 2004

Queridos hijos: El cielo de Valladolid tan consentidor de los caprichos del termómetro sabe mucho de fríos intensos, de hielos y escarchas, de espesas y persistentes nieblas, de cierzos heladores, pero no sabe nada, o casi nada, en lo referente a la emoción de la nieve.
Hoy ha nevizneado pegando a los niños pucelanos a los cristales de las ventanas con los ojos emocionados y el corazón, desbordado de alegría esperando el mágico espectáculo, pero apenas ocurrió nada, no se obró por completo el prodigio. Por un corto rato el cielo se salpicó de sortilegios blancos que se iban posando mansamente sobre los árboles, pero sin llegar a prestarles la apariencia de almendros en blanca floración. Escasos diez minutos que por lo intenso y tupido de la nevada se llegó a experimentar esa sensación de gozo que produce ver cosido el cielo a la tierra, pespunteado por infinidad de puntos de algodón en rama. Remolinos de grandes copos semejantes a mariposas de esponjosas alas revoloteaban caprichosamente a la deriva que, como volando perezosamente, terminaban aterrizando sin mucha prisa por pisar el suelo. Se oye que por doquier hay carreteras con necesidad de usar cadenas, de puertos cerrados, de carreteras con dificultades, etc., pero os trastornos circulatorios quedan compensados por el hecho de que para el campo la nieve es oro blanco.
Lástima que mis nietos y los nietos de todos los abuelos se hayan quedado acodados en la ventana sin poder gozar por completo de la ilusión de ver caer del cielo el maravilloso juguete de la nieve.
Recuerdo las grandes nevadas de mi infancia y adolescencia de mi terruño que se alargaban varios días con sus noches cayendo espesos y persistentes copos de nieve semejantes a plumón de ganso.
 Recuerdo también el olor fresco y alegre de la nieve recién caída. Para la chiquillería ver caer la nieve era sentir que algo portentoso estaba pasando. Constituía un espectáculo de lujo, la fiesta del cielo contemplar como copos semejantes a albas mariposas se posaban con idílica placidez, cubriéndolo todo de blanco silencio.
El más divertido de los juegos consistía en tomar un puñado del suave y frío elemento entre las manos, estrujarlo y hacer una bola levemente endurecida y arrojarla con divertido y cariñoso cuidado contra personas amigas. El prolongado juguete dejaba las manos ardiendo y la garganta no pocas veces sin voz. Faringitis, desagradable ronquera con la que perdíamos la voz por completo, inflamaciones en las cuerdas vocales que exigían reposo vocal, es decir, en un par de días no decir ni pío para no irritar más la laringe. Las afonías las aliviaban las madres de manera sencilla y eficaz con inhalaciones de vahos de hojas secas de eucalipto. La humedad del vapor de agua ejercía un efecto muy eficaz. El procedimiento era sencillo, se hervía el agua con las hojas y se cubrías la cabeza y el recipiente con una toalla y, con los ojos cerrados, a sudar inhalando el vapor por la nariz y expirándolo por la boca y luego al revés. Las afecciones de garganta eran la única complicación que acarreaba el agua helada que cae del cielo, lo demás era pura diversión, salvo cuando lucía el sol que se experimentaba cierta sensación de tristeza  al ver desaparecer poco a poco la alegre nieve  con su extrema blancura, por supuesto, si no estaba pisoteada.

                                                                                 Besos y abrazos               

lunes, 3 de febrero de 2014

PRIMER AÑO EN EL COLEGIO DE LOS AGUSTINOS


Querido tío Paulino. A causa de un  poco de cada cosa, esta carta ve la luz casi un mes después de ser recibida.

Como nunca es tarde si la dicha es buena, ahora que por fin tengo en mi ordenador esa foto que mencionas, aquí está esta primera entrega 2014 de tus cartas.

 Un abrazo fuerte de esta sobrina tan postiza como un bisoñé, aunque muchísimo más… sobrina.

Marisa Pérez Muñoz


PRIMER AÑO EN EL COLEGIO DE LOS AGUSTINOS    07-01-2014

 Querida Familia: Hoy día de Reyes y día que hubiera cumplido Félix, 92 años, les envío este correo ya que me hace recordar mi primer año que pasé con él en el Colegio de los Agustinos, yo muy pegado a él pensando que pasaríamos la vida juntos, aunque acabado este año no nos volveríamos a ver en 16 años. Pero sigamos.

Después que se nos pasaron esos primeros años de la niñez donde uno pasa de inmediato de los lloros y rabietas a las risas y felicidad plena, ahora comienzan en nuestras vidas las primeras responsabilidades.

Resulta que mi madre soñaba que todos sus hijos se dedicarían a servir a Dios en la vida religiosa y esto nos hacía a nosotros ilusionarnos de ir a algún Colegio de religiosos.

Entre los Padres Agustinos había un Padre que se llamaba Agustín, a ese Padre le habló mi madre y el año 1934, se llevó a mi hermano junto con otro sobrino del Padre, que también se llamaba Agustín, el Colegio le tienen en un pueblo que se llama Valencia de Don Juan, en la Provincia de León, los dos eran muy inteligentes y sacaban las mejores notas o calificaciones. Comenzaba la revolución de Asturias, para ellos sin problema.

Yo soñaba con tener mis doce años para irme con Félix, al fin llegó el año 1936, justo acababa de empezar la guerra civil, para mí fue una gran ilusión seguirle, él ya empezaba el tercer curso, pasado ese, les llevaban al noviciado que estaba en Valladolid.

Yo en este primer curso no fui tan mal estudiante, porque en todas las materias saqué sobresaliente, menos en una que pasé de PANZÓN, apenas un aprobadito, no sé por qué, no me entraba la geografía.

Acababa de llegar al colegio recibí una carta de mi madre que me decía: Hijo que bueno que te fuiste al colegio sino estuvieras en el calabozo, había sucedido que la guardia civil había agarrado 21 muchachos robando peras y les metieron dos días al calabozo, mi madre estaba segura que yo iba a estar con ellos, pero en realidad creo que no era esa mi vocación; ni robar peras ni andar en guerras; la vez que quise robar peras me cayó una piedrota en la cabeza y cuando quise jugar a ir a la guerra, ni empezaba yo a tirar piedras cuando me dio en la frente la primera (bala) piedra.

 En cuanto a mis primeros pasos en el colegio les contaré esta anécdota: Mi curso era numeroso, ( en vuestro ordenador tenéis una foto mía de 12 años con todos los compañeros de mi curso) como los Padres no nos podían controlar, nos hacían controlarnos a nosotros mismos, nos dieron una perragorda el que la tenía se la daba al que hacía una falta, el que se quedaba con ella, al día siguiente le quitaban el BOLLO del desayuno que estaba muy sabroso; pues bien, un día me dieron la perra y yo estaba listo para ver a quien se la daba, pues ya era tarde, por fin veo a uno que le dio un EMPUJÓN a otro y yo rápido le digo: "la perra", cuando no la quería recibir íbamos a decírselo al Padre:

-              ¿Qué le hizo?

-              Que este le dio un EMBURRIÓN.

-              Si le dio un EMBURRIÓN quédate con la perra para que aprendas a hablar.

Jamás volví a usar esa palabra que en Guardo era tan normal, y me quedé sin el BOLLO que tanto me gustaba.
Con los estudios y juegos se pasó el año rápido y felices, pero la guerra se ponía cruel, por esa razón terminado el curso no nos mandaron a casa a pasar las vacaciones, las pasamos en el colegio pero felices, nos llevaban de paseo, día de campo, allí comíamos y nos divertíamos hasta la tarde.

El lugar era muy bonito, le atravesaba un gran rio. Ya en la tarde, contentos y cansados de vuelta al colegio: pero un día parecía que algo pasaba, no parecía todo lo normal de costumbre, susurros por aquí y por allí decían: que faltaban 4 muchachos, dos de Guardo: Félix y Agustín, otro Policarpo y Víctor Morán los más inteligentes del curso.

Resulta que el  pueblo de Víctor Morán había quedado en la zona roja, unos comentaban que les oyó decir que se iban a la  guerra para ganar al pueblo de Víctor, otro decía que les había visto pasar nadando el río con la ropa en la  cabeza, que se iban a León ( que estaba a 27 klms) a incorporarse al ejército para ir a luchar por ese pueblo… yo lloraba como descosido, Félix era el cabecilla que les había organizado, se sentía seguro pues pensaba  que era como las guerras de Guardo. Yo jamás imaginé que no  volvería a verle hasta después de 16 años  cuando fue a México y ya casado.


Como se ha hecho largo este correo seguiremos en el próximo.


Por esta se despide vuestro tío el burrete.  Paulino.

domingo, 2 de febrero de 2014

CRISTINA "PSICODÉLICA"


CRISTINA "PSICODÉLICA" 

Valladolid, 20 de Septiembre de 2001 

 Cristina, querida nieta: Ver tu lindo pelo de un color castaño natural afeado (para mi gusto seguramente pasado de fecha) con un tinte rojo "psicodélico" me lanza a cavilar en lo extravagantes y extrañas criaturas que somos los humanos, pues no sabemos, o no queremos saber lo que queremos y vivimos anhelando lo que no tenemos.

De mí mismo recuerdo que cuando cruzaba ese maravilloso trocito de vida que se llama primera juventud, aún imberbe, soñaba  estando despierto con el día que me brotasen los pelos de la cara, y ya barbudo, lo que se me antojaba, y sigue antojándoseme, es ser barbilucio, ¿Para qué quiero los pelajos faciales si tengo que tomarme la molestia cotidiana de raparlos?

Si no te comes una rosca, si no tienes novia, rabias por tener a tu Julieta, para quejarte después del amor y sus espinas, dado que si te adora Josefina le haces el mayor de los desprecios posibles, ya que tú te pirras por Pepita que no te mira a cara. Osea, que si eres moreno suspiras por ser rubio, si tu pelo es rizoso lo alisas... ¿De dónde nos llega esa inconformidad de remplazar un deseo por otro y otros que de inmediato cambian sin llegar nunca a la plena satisfacción?

Dicen los que tienen noticias ciertas sobre  el tema que la cosa tiene plena explicación: el Creador puso en nuestro corazón esa volubilidad implacable para que nos aguijonee y no nos deje vivir en paz en este valle de lágrimas, territorio transitorio y de peregrinaje, y tengamos presente que nuestros deseos no se verán plenamente satisfechos en este inmundo mundo, sino en el otro, eterno y perfecto.

Así debe de ser, y así lo debemos entender y aceptar para que de este modo vivir sin perder el sentido festivo de la existencia, que no olvidemos que son tres días.

Mi joven y vivaracha Cris, abracísimos de tu abuelo que te desea una explosión de salud, humor y alegría.

sábado, 1 de febrero de 2014

ARCO IRIS



ARCO IRIS


        Valladolid       1   Febrero de 2002


        Queridos hijos: Regularmente el arco iris se observa en el cielo, allá a lo lejos, pero yo tuve la oportunidad de contemplarlo increíblemente cerca.
Fue en Melilla y resultó de lo más emocionante tener al alcance de la mano, a unos metros de los ojos los siete brillantes colores del aspectro.

Pues bien, el recuerdo del fantástico espectáculo me sirve desde entonces para relajarme de manera sencilla y eficaz. Cualquier lugar me sirve, es cuestión de respirar profundo varias veces expulsando el aire profundamente y ponerse a imaginar que como entonces ante mí el arco iris con sus vivos colores. Empiezo con el rojo brillante como una rosa que se cuela en mi interior por la respiración recorre el cuerpo a través del sistema circulatorio. Sigo con el naranja intenso que me penetra por la frente recorre toda la cabeza limpiándola con su luminosidad de los malos pensamientos. Me detengo después en el color amarillo que se posa en el plexo solar y se mete profundo hasta el estomago y los intestinos. Le toca al verde, un verde brillante como el campo grande en primavera llenándome de oxigeno. Le llega el turno al azul como el cielo castellano que me llena de placentera sensación de paz y tranquilidad. El violeta me produce sensación de libertad. Si alguno de vosotros pusiese en práctica comprobaría  lo relajado y contento que se queda el cuerpo.

        Practico otro sistema más sencillo de respiración y relajación. En general respiramos mal, llenando de aire sólo la parte más alta y pequeña de los pulmones, no oxigenando correctamente todo el cuerpo. La respiración correcta se practica así: imaginar que tenemos un globo en el vientre que cuando inspiramos se llena más y más de aire, mientras que cuando espiramos el globo se deshincha por completo. Esta es la respiración abdominal. Inspiramos de nuevo, ahora llenando al máximo los pulmones, llenando de oxígeno y de vida no únicamente los pulmones, también el corazón, el hígado, el estomago, intestinos y riñones, cerebro, ojos, músculos… O sea, dicho todo de una vez, una correcta respiración abdominal y pulmonar es vital, ya que la sangre del cuerpo al pasar por los pulmones se apodera del oxígeno del aire inspirado y en la espiración escapa cargado de ácido carbónico.

        Hijos, si no echáis  en saco roto estas enseñanzas os aseguro que os irá “ okay de mamey de maguey”, como dicen en México.

                                                                              Besos y abrazos