Lo
de contar hasta diez antes de lanzar un berrido, no es fácil de llevar a cabo
en la mayoría de los humanos (entre los que bien sabes me hallo). Puede que sea
buena para el corazón esa tranquilidad que aconsejas y seguramente ponías en
práctica; pero soltar cuatro frescas a quien te increpa va bien para la mente…
Lo digo yo y punto.
Besos
enormes y no olvides que aunque la cortina de niebla y nubes me lo impida, cada
noche miro la estrella desde la que mi padre, Jesús y tú me veis (vigilados de
cerca por todos los que se fueron y algún día fueron importantes para mí).
Marisa
Pérez
SALUTÍFEROS
MASAJES CARDIACOS
Valladolid,
23 de Diciembre de 2001
Queridos hijos:
Las cosas claras, mañana es Noche Buena, fiesta por todo lo alto digna de
vivirla felices y contentos, porque la gente que se enfada a lo grande por la
mínima pendejería está pateando su propio corazón con altísimo riesgo de sufrir un
patatús que le deje tieso fulminantemente. ¿No da miedo?
Reteharto
sabido es que quienes muestran altos riesgos de padecer mortales problemas
cardiacos son los que no se quieren enterar que el encabreamiento mata, así
como suena. Los cardiólogos advierten repetidamente que la rabia y el
acaloramiento son el gran estímulo para la producción de adrenalina, una hormona
que por lo que cuentan es sumamente dañina, puesto que acelera los latidos
cardiacos, eleva la tensión arterial y contrae los vasos sanguíneos
dificultando la circulación de la sangre hacia el corazón con posibles fatales
consecuencias. Por supuesto, el encabreamiento supone un absurdo gasto de
energía que con una pizca de “talento en el cerebro” se debería aprovechar en
estrategias más positivas.
Las
personas con alta propensión a la explosión de la mala uva obrarían
talentosamente buscando ayuda en su cardiólogo que le enseñará a controlar su
temperamento mediante técnicas de relajación y control del estrés.
Hijos,
¡ojo!, a vivir tocan plácida y alegremente, porque la paz y la alegría son
salutíferos masajes al corazón.
Besos y
abrazos,
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