ARCO IRIS
Valladolid
1 Febrero de 2002
Queridos hijos: Regularmente el arco iris se
observa en el cielo, allá a lo lejos, pero yo tuve la oportunidad de
contemplarlo increíblemente cerca.
Fue en Melilla y resultó de lo más emocionante
tener al alcance de la mano, a unos metros de los ojos los siete brillantes
colores del aspectro.
Pues bien, el recuerdo
del fantástico espectáculo me sirve desde entonces para relajarme de manera
sencilla y eficaz. Cualquier lugar me sirve, es cuestión de respirar profundo
varias veces expulsando el aire profundamente y ponerse a imaginar que como
entonces ante mí el arco iris con sus vivos colores. Empiezo con el rojo
brillante como una rosa que se cuela en mi interior por la respiración recorre
el cuerpo a través del sistema circulatorio. Sigo con el naranja intenso que me
penetra por la frente recorre toda la cabeza limpiándola con su luminosidad de
los malos pensamientos. Me detengo después en el color amarillo que se posa en
el plexo solar y se mete profundo hasta el estomago y los intestinos. Le toca
al verde, un verde brillante como el campo grande en primavera llenándome de
oxigeno. Le llega el turno al azul como el cielo castellano que me llena de
placentera sensación de paz y tranquilidad. El violeta me produce sensación de
libertad. Si alguno de vosotros pusiese en práctica comprobaría lo relajado y contento que se queda el
cuerpo.
Practico otro sistema más sencillo de respiración y relajación. En
general respiramos mal, llenando de aire sólo la parte más alta y pequeña de
los pulmones, no oxigenando correctamente todo el cuerpo. La respiración
correcta se practica así: imaginar que tenemos un globo en el vientre que
cuando inspiramos se llena más y más de aire, mientras que cuando espiramos el
globo se deshincha por completo. Esta es la respiración abdominal. Inspiramos
de nuevo, ahora llenando al máximo los pulmones, llenando de oxígeno y de vida
no únicamente los pulmones, también el corazón, el hígado, el estomago, intestinos
y riñones, cerebro, ojos, músculos… O sea, dicho todo de una vez, una correcta
respiración abdominal y pulmonar es vital, ya que la sangre del cuerpo al pasar
por los pulmones se apodera del oxígeno del aire inspirado y en la espiración escapa
cargado de ácido carbónico.
Hijos, si no echáis en saco roto
estas enseñanzas os aseguro que os irá “ okay de mamey de maguey”, como dicen
en México.
Besos y abrazos