Así de
cariñoso y lleno de buenos deseos nos felicitabas en el año 2001 y otros muchos
más; sin olvidar jamás a tu México lindo y querido empleabas palabras de
aquella hermosa tierra que quedó tan llena de ti como tú de ella.
Ahora además
de enviar esos deseos renovados a todos tus seres queridos en los que sin lugar
a dudas nos incluimos mi familia y yo; quiero desearos a mi padre y a ti una eternidad
maravillosa al lado de aquellos que como vosotros nos dejaron y que como vosotros
siguen velándonos hasta el momento del dulce reencuentro.
Estos días
echamos de menos vuestra presencia, vuestras risas y abrazos; echamos de menos
poder veros y tocaron aunque sólo fuera una rozadita.
Bien sabéis
que la melancolía y la Navidad van muy unidas y mucho más cuando quienes nos
faltan durante los 365 días del año y para siempre sois los padres y abuelos más
maravillosos que hubo sobre la tierra.
Os envío a los
dos todo mi cariño de hija… a mi querido padre todo el amor que sentí y siento
por él.
Dulces sueños
Papás queridos. Dulces Sueños…
Valladolid Navidad 2001
Entrañables
amiguísimos: Se aproxima la gran fiesta de la Navidad, la fiesta máxima,
la más luminosa, la más familiar y completa, y lo hace como un fenómeno
atmosférico, como una precipitación cósmica, toda una exaltación de los
sentidos, porque nos meten por los ojos y hasta por los poros; luces, colores, olores, villancicos, nacimientos, abetos, mariscos, lechazo, cava
(espumoso), caviar, Reyes Magos y papás Noel...
Por supuesto,
son asimismo, fechas especialmente propicias para dejar traslucir lo mejor de
nosotros mismos, y teniendo, a gala y orgullo contaros entre mis más cordiales
amigos voy a desearos que el arco iris de la felicidad se os meta muy dentro y tiña vuestros corazones con los
colores de la alegría y el buen humor.
O sea, mis
meros cuatitos, que os vaya rebonito, que vuestras vidas estén ahora y
siempre empapadas del mágico flujo de la
alegría y el optimismo, llenas de emoción y risas, porque el mejor amigo del
hombre es la risa, la risa que hace milagros, milagros que podemos realizar
nosotros mismos.
El amigo 2001 ha muerto, ¡adiós! Viva el capicúa 2002,
año del Euro, que quiera el Niño Jesús se muestre propicio y favorable para
todos.