ÁVILA: VIAJE
TURÍSTICO Y CULTURAL
Valladolid,
23 de Noviembre de 2006
Queridos amigos:
La vida es como la vivimos, y ayer verdaderamente la disfrutamos. Fue un día
especial, de los que dejan huella,
porque las cosas tuvieron un amable cariz de fiesta. En divertido y cultural viaje turístico
visitamos Ávila de los Caballeros, Ávila de Santa Teresa, la ciudad eterna y
medieval que con su imponente muralla de dos kilómetros y medio de longitud,
sus almenas y torreones que se antoja fantástica e irreal.
En ambiente en
que reina el interés y la alegre camaradería seguimos los pasos de un
simpático y muy enterado guía entradito
ya en años, pero, pese a ello, luciendo pinta de bohemio, peinando una cola de
caballo con cuatro pelos blancos, que nos habla detalladamente y con puntadas
de ingenio, de los estilos arquitectónicos románico y gótico de las iglesias y
conventos, de nobles palacios sobre cuyas puertas campean escudos heráldicos de
los que están llenas las evocadoras calles de la ciudad mejor fortificada del
mundo.
En un marco imponderable,
el Real Monasterio de santo Tomás y conmemorando los quinientos años de la
muerte de Colón recorremos “Las Dos Orillas”, es decir, una exposición
antológica, un evento singular por los aspectos históricos, artísticos y
antropológicos que muestran. Pues bien, de la mano de una joven, guapa e
inteligente orientadora recorremos los claustros donde se expone la muestra,
poniendo en ello muchos ojos y otras tantas orejas para ver y oír todos lo que
se decía y está expuesto. Más, bastante más, de cien bellas piezas de pintura,
escultura, orfebrería, ornamentos
litúrgicos, astrolabios, los instrumentos con que medían la altura de
las estrellas, esferas, fauna y flora...La muestra se organiza en cinco
capítulos. El primero nos habla de las ilusiones o sueños de Colón; su afán de
hallar un camino más corto para llegar a Oriente y la relación con los Reyes
Católicos para que financiaran su proyecto. El segundo capítulo lo constituye
la llegada a tierra y muestra el mundo que encontraron los navegantes al pisar
América, tierra tropical que les maravilló. El tercer capítulo da a conocer la
casa y la cocina que vieron los españoles al llegar al Nuevo Mundo, esto es, el
medio de vida. El cuarto muestra a aquellos hombres y mujeres, como vestían,
como se adornaban, como se divertían....El último capítulo aborda el
trascendente tema de las religiones, los muchos dioses que ellos adoraban y el
único y verdadero que enseñaba el catolicismo.
Total, pues eso,
que se dice que para unos ojos que sepan mirar el mundo está lleno de bellezas,
sólo es cuestión de verlas y gozarlas. Confieso que en mi caso el mayor interés
lo fijé en una virgencita gótica de sencilla belleza con un rollizo niño
en el regazo de mi paisano Berruguete por la semejanza con
la patrona de mi pueblo.
Compañeros Jesús
y Félix, o Félix y Jesús, que tanto monta, monta tanto, permitirme que sea
galante con las damas y las envuelva en merecidos elogios por la simpatía y
estima con que me tratan, y, por supuesto, por lo grato de la compañía de
mujeres de tan linda figura, gracia y donaire, y más que por ninguna otro cosa
porque en todo lo que hacen se advierte que están cargadas de la hormona
oxitocina, que según los expertos que lo saben es la secreción interna que
interviene en el proceso de crear mujer de una pieza, madres estupendas y
esposas modélicas, fieles y constantes como la estrella Polar. Dueñas de casa,
en fin, que son como las flores, cuya misión es adornar, perfumar y
proporcionar y procurar alegría.
Estimados amigos,
como remate de fiesta ahí va una sugerencia: reír lo más posible, caminemos por
la vida con el trofeo de la risa en los labios, porque reír es vivir, la risa
es esa magia que libera, relaja y cura.