LA CAJA TONTA
Valladolid 20 de Noviembre
de 2001
Queridos hijos: Haciendo
zappin, la malsana curiosidad me hizo detenerme en el programa -cotilleo-
necedad mal llamado del corazón que responde por “Tómbola”. Es como una especie
de repugnancia a granel, de una nausea para quien se precie de buen gusto. Fue
entrar y escapar sin tardar. Por supuesto, mejor que huir, no ir, no encender
el aparato o usar el botón para pararlo, que es lo que merece la tele que no
tiene el menor respeto al teleespectador.
Será que no doy para más,
pero francamente no entiendo que exista gente que se sienta a gusto ante algo
así. Ciertamente es de pena, es de lamento que esos cuatro famosillos,
parásitos, aprovechados, maleantes tengan el mismo documento de identidad que
la buena gente corriente. Y lo que más indigna es la enorme cantidad de dinero
que perciben por vender sus vergüenzas, por ser insultados por los
“periodistas” del ramo, en un espectáculo de mera insolencia y pura estupidez.
En verdad que televisión que
paga tan espléndidamente a tales individuos cada vez que se presentan en
tertulia tan bochornosa a soltar indignidades es una tele miserable, y los
espectadores que gozosamente ven lo peor de nosotros mismos demuestran
palpablemente que a la gente cuanto más mierda le dan, más mierda quiere.
En fin, hijos, que esto es lo
que tenemos, será lo que merecemos, una tele tan prescindible-imprescindible,
tan necesaria y tan inútil, tan atractiva y tan peligrosa, tan majadera, tan
sinvergüenza, tan somnífera, tan atontecedora.
Besos y abrazos
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