Si he de llegar a tu edad, quiero alcanzarla con tu positividad
y optimismo. Quiero tener tu sonrisa y las ganas de vivir y seguir dando
lecciones magistrales.
¡¡Enhorabuena vejete mío!!
Feliz fin de semana para ti y todos nuestros lectores.
Marisa Pérez Muñoz
JUBILADOS JUBILOSOS 25 JUNIO 2012 02:35
Queridos
amigos:
Cuando uno envejece es mas difícil hacer amigos, pero
aún es peor vivir sin ellos, sería como encerrarte en una celda sin agua y sin
luz. Por suerte contamos con los centros de mayores que son lugares de
encuentro y relaciones, cuyo objeto es facilitar la convivencia, brindando la
posibilidad de encontrar, fomentar y engrandecer la mistad.
Soy consciente de ser afortunado por estar integrado
en un nutrido grupo de jubilados jubilosos que en un
ambiente relajado, de simpatía y cordialidad no nos falta nuestra ración diaria
de alegría e ilusión de vivir. A nuestra
edad resulta de máximo interés vivir sanamente alegres, evitando caer en el
laberinto de la desilusión, porque uno es joven mientras te sientes joven. La
vejez no es sólo cuestión de años, cuenta también el estado de ánimo.
La rueda del tiempo que en la niñez gira despacio,
marcha velozmente en la edad madura y cada día que para es irrecuperable, así
que hay que vivir el día a día con energía y entusiasmo, no desviar los ojos
del presente para ir a buscar asuntos, situaciones y personajes que ya han
pasado, juzgándolos de mayor interés de lo que sucede a nuestro alrededor, ahora lo de ahora y aquí lo de aquí, porque
aunque la vejez vive del recuerdo, el pasado ya pasó y el futuro aún no llega y
si no sabemos si llegará, ¿por qué preocuparnos? La vida es bonita y ahí que
vivirla de modo que resulte una fiesta, con una meta a lograr: procurar estar
bien y aspirar a estar mejor.
Pues eso, los amigos son seres entrañables que nos
depara la vida para ayudándonos a vivir y convivir alegremente. Es el caso de
la habitual partida de mus, cuyo objeto principal del juego es pasar un buen
rato. El mus es diferente a cualquier otro juego, estimula la mente, es buen
ejercicio para el funcionamiento del cerebro y, consecuentemente, para la
memoria, agudizándola. Por añadidura es divertido y hasta diría que fascinante
por el gran número de jugadas posibles. Claro que aunque alegre y divertido no
quiere decir que en alguna ocasión y en alguna medida pueda resultar
repetitivo; para romper el fastidio de la rutina, evitando que el día de hoy se
parezca al de ayer y este al anterior, con relativa frecuencia organizamos
especiales reuniones en las que además de compartir alegría, buen humor,
emociones, pensamientos y sentimientos, compartimos pitanza, que saboreamos con
deleite de buenos comedores. Por citar un ejemplo un rico, rico, rico rabo de
toro y otras exquisiteces culinarias.
Comida alegre y divertida en la que entre risas y
algaraza se cuentan anécdotas, ocurrencias, chascarrillos, levantando la voz, y
levantando también las copas llenas de buen vino con lo que todos contentos,
todos amigos ¡Viva la alegría! ¡Viva la amistad!
Abrazos
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