NO ES MI
PROPÓSITO SER RIMBOMBANTE
Valladolid 5
de Enero de 2002
Querido tío: Hablas de postrimerías de la vida y, realmente, todos
vivimos de tal a tal fecha y tú con tus días y yo con los míos, los dos estamos
viviendo como de propina, pero aun así es de desear que nuestra fecha de
caducidad esté todavía lejana.
En tu amable tarjeta de felicitación navideña, asistiéndote toda la
razón del mundo dices que la mía resultaba rebuscada y grandilocuente, y
añadías que como la virtud de la
sencillez nada.
Correcto, pero quiero decirte que no era mi propósito ser rimbombante,
sino, simplemente, tratándose de fecha tan especial se presta para ponerle a la
cosa un poco de fantasía con el cordial propósito, de ser posible, proporcionar
un mínimo de emoción y alegría. A la par olvidar, no tomar en cuenta que si
escudriñamos a nuestro alrededor vemos que estamos inmersos en un consumismo
aberrante y alcanzando unos niveles mínimos de sentido del humor, así que
merece la pena echarle un poco de este escaso humor al tema por si logro hacer
al menos sonreír, por aquello de que en este mundo si alguien logra arrancar
una sonrisa a otro merece un pedacito de cielo.
Querido tío, aunque te siga pareciendo ampuloso, de corazón te deseo
que hoy y siempre te sientas apasionantemente bien y delirantemente feliz.
Abrazos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se tan educado en tus comentarios como quieres que lo sean contigo