Ya veo que comienzas el año “manduquiando” y ordenando, sin darte cuenta que lo que dices no es del todo cierto.
¿Puede un escritor prescindir de su pluma? ¿Puede un tragoncete prescindir de un plato lleno de comida? ¿Puede un noble anciano prescindir de su bastón, sus babuchas, su bufanda…? ¿Puede celebrar noventa años y no tener ni un sólo regalo que llevarse a los ojillos llorosos de emoción? ¿Hay cosa más bonita que recibir obsequios sin esperar ni pedir nada?
¿Hay cosa más hermosa que agradecerlos de corazón?
¿Hay cosa más hermosa que agradecerlos de corazón?
Tranquilo, que año nuevo vida nueva… casi. Haré lo mismo que tú: no hacerte caso… Y sí hacértelo, porque pienso enviarte muuuuuuuuchísimo cariño en ese día tan especial.
Besos y abrazos gordotes.
EL MEJOR REGALO 2 de enero de 2012 09:20
Queridos seres queridos:
La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad:
Lo tengo todo, no necesito nada: Es decir, para vivir ya necesito poco, y ese poco lo necesito tan poco que puedo prescindir de ello perfectamente.
¿Qué quiero decir con esto?
Que para mi nonagenario cumpleaños el mejor regalo que me podéis hacer es no regalarme nada.
Por favor, hacerme feliz, nada de regalos.
Besos y abrazos.
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