Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

sábado, 15 de marzo de 2014

EL JUEGO EL MEJOR PSICÓLOGO



EL JUEGO EL MEJOR PSICÓLOGO
Valladolid 28-Octubre de 2002



Estimado amigo Ángel: Creo que se me da algo mejor escribir que jugar, porque jugando al mus soy tremendamente incauto, y por añadidura el colmo del despiste. Quizá influya en ello el hecho de que en mi vida, hasta ahora de viejo, he jugado a las cartas, se ve que está en mi naturaleza, que lo llevo en los genes, puesto que mi familia, ni ella para los naipes ni los naipes para ella, pues nunca vi a mis padres ni hermanos con las cartas de la bajara en las manos. Tal vez esto explique la razón por la que poseo todas las cualidades necesarias para ser un jugador de desastre, lo hago con la cabeza en Las nubes y el sentido común de vacaciones y esa no es la mejor manera, bien entiendo que se ha de jugar con todos los sentidos metidos en lo que se hace, la inteligencia alerta, y en plena actividad la capacidad de observación, razonadora y deductiva para obtener la más clara visión de la marcha del juego.

El caso es que en mis juveniles años de estudiante no se me daba mal la asignatura de Lógica que enseña a razonar con método y exactitud, sin embargo en el terreno musístico, mecagüen en el agujero de la O, ¡qué ilógico soy!

Expongo algunos de los porqués de mi paradójico sistema de juego: Primero, me falta ambición y agresividad. Segundo, interés y concentración. Tercera, escasa iniciativa y decisión, cargo sobre el compañero toda la responsabilidad, ¡qué pierda él!, y si pierde le culpo, "estoy jugando con dos contrarios y un enemigo". Y la última para no enrollarme más, no se mentir, soy un libro abierto, y el mus es la apoteosis de la mentira, obliga a ser un mentiroso compulsivo, y si alguna vez se dice la verdad es con la esperanza de no ser creído. Aún hay algo más, organizo el gran guirigay con que si mil euros y todo eso, pero en realidad no me molesta demasiado perder, porque pienso que si pierdo yo, gana un amigo, y dar un alegrón a un buen amigo es buena manera de perder. Tampoco es que me emocione cometer la descortesía de estar mira y remira con descaro  la cara del contrarío, cruzar y descruzar las miradas oblicuas que se exigen para interceptar los gestos que son los mensajes que se envían por el telégrafo del mus. Existe otra última razón de peso, no quiero saber más de lo que sé para no asemejarme a quienes por saber jugar más o menos, tienen de sí mismo un concepto sublime, se consideran jugadores apoteósicos, toda un enciclopedia musística, y quita, quita, dejaté de orgullos, mejor me quedo como estoy.

Dadas estas circunstancias os preguntaréis  ¡por qué juego! Me explico: la cosa es sencilla, soy amiguero, un tipo proclive a la amistad, tengo muy consolidado el sentido de la amigabilidad, y he caído en la cuenta de que el juego me transmite sentimientos alegres y positivos que me sirven de terapia, pues me divierto, me río y hago amigos ¿Quieres más?

Permíteme, Angel, exponer unas observaciones de novato referidas al juego de marras: el corazón contento es un seguro de vida y el cabreo mata, así, pues, lo inteligente es jugar sin apasionamiento por pura diversión. El juego es el mejor psicólogo posible, jugando nadie es capaz de evitar mostrarse como es, de dejar al desnudo su temperamento, de autoretratarse de cuerpo entero. Según somos jugamos, de ahí los audaces, prudentes, exaltados, cobardicas, callados, bociferantes, los inauditos llorones impertinentes... El amigo "Correcaminos", nervioso y reprimible, como "es para vino", más valiente que Agustina de Aragón, que en paz descanse, se divierte con órdagos van y órdagos vienen. No es más fanfarrón y autoalabancioso porque es chiquirritín; de "Tres pelos tiene mi barba", mejor ni mencionarlo porque es un individuo que salió de fabrica con varios tornillos flojos, y tú mismo eres la máscara de la impasibilidad, ni pestañeas, serás una persona veraz y sincera como la que más, pero jugando mientes con mucha sinceridad. Yo no, nunca miento porque a los que mienten se les caen los dientes.

Angel, (¿caído del cielo?), que te vaya bonito y amistosos abrazos.

viernes, 14 de marzo de 2014

REQUETEBESUCONA



REQUETEBESUCONA
Valladolid 2002


Querida Silvia, presunta abogada, indita de piel color delicadamente canela, patita rajada, encantadoramente mimosa, tierna, amable y requetebesucona, que con la maña de la araña me engañas para que te quiera mucho; más como de sabios es dejarse engañar, aquí me tienes pensando que no puede haber en el mundo una "yerna" a quien quiera más. 
Bruja embaucadora que gozas del apabullante don de querer y hacerte querer, pero yo soy de Cornón y a mí no me engañas, pues sobrado sé que no es bueno ser demasiado bueno y en razón de ello te insulto y te maltrato, pero por supuesto, aclarando esta cuestión: tú querrás mucho a tu suegro, pero él te quiere más. No se admiten objeciones no protestas, lo digo yo y sanseacabó y sanseterminó.

Estoy en el balcón echando de menos la compañía  y el placer que suponía platicar largo y tenido con quien sabe lo que hay que decir y cómo decirlo, sumado a esto la excelsa virtud de saber escuchar.

Oye, pues eso, que vuestra prolongada-breve estancia entre nosotros no ha estado mal, nada mal, sino todo lo contrario, ha sido una estupenda ocasión para conocernos mejor.

Ah, soy el nuevo lavavajillas, un abismo, o dos, más eficaz y menos escrupuloso que los anteriores.

Adiós, con permiso para que me des mil besos, a los dos os deseo fervientemente salud, suerte y alegría a raudales.

jueves, 13 de marzo de 2014

ORGULLOSO DE CONTAR CON BUENOS AMIGOS



ORGULLOSO DE CONTAR CON BUENOS AMIGOS
Valladolid 10-09-2002

Amigos Fer, Lety y todos los demás: Vuestra llamada telefónica me ha puesto a considerar que, ¿de qué puede estar uno más orgulloso que de contar con buenos amigos? Así que me declaro orgulloso de teneros por amigos a vosotros, amigos en el concepto más amplio y en razón de ello ocupáis lugar preferente  en nuestra mente y nuestro corazón.
Me hablabas en tu última carta de estar preparándote para tu retirada laboral, lo que supongo no será en absoluto arrinconarte. La jubilación es una magnífica ocasión para que la vida adquiera otra dimensión, otro valor, otra forma diferente de ver el mundo y con nuevos pensamientos y sentimientos, agradecer y disfrutar de las pequeñas cosas de que la vida está llena. Vivir consiste fundamentalmente en conseguir un objetivo: ser feliz, y la clave de la felicidad es saber conformarse con lo que se tiene, y si algo falta se inventa, así de claro y así de fácil.
Por poner un ejemplo: ya no somos jóvenes, pero estamos rodeados de juventud, y con optimismo, paciencia y tolerancia, con un humor risueño envuelto en cariño tratemos de crear en su entorno un clima amable y cordial. O sease, que a sentirnos felices haciendo dichosos a los que nos rodean, ¿te parece bien, mal o regular?
Un poco de vergüenza me da hablar de mí mismo, pero lo hago para decir que intento vivir sin prisas ni sofocos, y en lo que te permiten, alegremente despreocupado con el fin de mantener el corazón alegre como un grillo en primavera y él, agradecido, se mantiene, de momento, vigoroso y aguanta todo lo que le echo. Mucho mejor que andar con los nervios cargados de electricidad y la sangre hirviendo a todo vapor, cuando el corazón late al ritmo de tiqui, taca, tiquitaca, pero de pronto cambia el paso, tacatiqui y pierde un latido. Todo por no tomar con la debida consideración la recomendación médica que receta ser portadores de la bandera de la alegría y del buen humor, siendo el buen humor y la alegría  los mejores conservantes de la salud, sin efectos secundarios.
Por todos es sabido que la risa es al hombre lo que el sol a las flores. Y ya que de flores hablamos, Sr. Flores, los hombres somos como ellas: nacer, florecer, reproducirse, morir y pudrirse, y siendo esto así, como así es, lo inteligente es, como queda dicho, saber llenar nuestro espíritu de buenos pensamientos para que vivir resulte bonito y en nuestro ir tirando por el mundo no falten motivos de regocijo ni felices risas.
Cuatito Fernando, aún eres pollito, aunque eso sí, muy reata y con más plumas que un gallo, pero todavía no eres plenamente consciente, como lo soy yo, perro viejo con un titipuchal de años encima, de que el más allá está cada vez más acá, pero como vivir ha de ser algo más que ir muriéndose, y además, lo digo p'a que lo sepas, como yo a la muerte miedo cual ninguno, a veces, llevado por la fantasía en busca de algún significado mágico a las cosas, aunque hable entre humos sé que me entiendes cuando hablando con el poeta digo que la vida es como el día de hoy, que pasó y sólo fue un rayo de luz que volvió a su recinto, un momento en el que participamos de su luz, un tiempo del que fuimos parte de su catarata... Pero mira, Fer, más bien no hagas caso de utopías, que lo que corresponde e importa, es relajarse, alegrarse, tonificarse, revitalizarse, reír y echar en el saco del olvido las tristeza para que gocéis de salud, salud y salud, que si resplandecéis de salud y buen humor, lo demás es lo de menos.

Abrazos para todos y que os vaya bonito.

miércoles, 12 de marzo de 2014

CARIÑO Y ADMIRACIÓN POR EL TERRUÑO



CARIÑO Y ADMIRACIÓN POR EL TERRUÑO

Valladolid 23 de Julio de 2002

Estimado tocayo y amigo: He pensado que quizá te pudiera proporcionar una sorpresa, y hasta una pequeña alegría, y aquí me tienes procurándolo.
Todos, inevitablemente, por nuestro terruño natal sentimos cariño y admiración, así sólo sea por tantos entrañables recuerdos. Dime, Félix, ¿te despiertan los kikirikis de los gallos estallando en el aire de la mañana como clarines?
De mi patria chica conservo impresiones enteramente vivas. Mi minúsculo lugar de nacimiento no tiene, hoy por hoy, otra cosa que el cielo que cubre el páramo, pero eso sí ¡Qué  pedazo de cielo! Situado el pueblito al pie mismo de la montaña, el aire adquiere la mayor transparencia y para quien goce de una mínima sensibilidad no puede menos, al contemplar con íntima y recogida emoción, con palpitaciones del corazón y del espíritu el sublime espectáculo del mar de estrellas como flores, como flores vivas que tachonan aquella bóveda celeste, de ver, ¡sentir a Dios!
Echarás de menos los altos de tasca en tasca saboreando el vinillo, la leche de los viejos, aunque más correcto será decir que la leche es el vino de los abueletes. Nuestro óptimo amigo ha estado desaparecido durante tres semanas, por lo que nos ha faltado su portentoso entusiasmo discutidor.
Dime lo que comes y te diré quién eres y claro está, el compulsivo porfión tiene orgullo, y así proclama, no haber leído nunca un libro aunque sí es asiduo lector del "Norte", lástima que asimile tan pésimamente lo que lee por que le da fundados motivos para no creer nada y discutirlo todo, dado que está convencido sin el menor resquicio de duda que él sólo sabe que lo sabe todo, le ocurre exactamente lo contrario que a uno de los hombres más sabios y más convencidos que han pisado la tierra, Sócrates, que solo estaba convencido de que no sabía nada.
Gran razonador musísticamente hablando, peca de lo contrario en el terreno de las discusiones, pues intolerante y agresivo verbalmente, fácilmente se exalta y por cualquier minicosa organiza la gran tremulina.
Nuestro cándido y candoroso amigo capaz de vivir sin ocuparse de nada, sólo esperando que pasen los días, supongo que será porque se ha hecho a sí mismo la reflexión de que el ayer ya paso, y el mañana puede no llegar, por lo que hoy es la única fracción de tiempo que realmente tiene y hay que aprovecharla al máximo.
Opino diferente y leo y escribo de continuo para procurar mantener la memoria en su sitio y evitar en lo posible se me entelarañe la inteligencia. Sin duda el tiempo ha de ser empleado en algo positivo, quién simplemente lo deja pasar, ése lo pierde, lo deshace.
La vida es preocupación y no preocuparse de nada, es vivir sin vivir del todo. Nuestro amigo, bellísima persona, pero su mente la mantiene semi en blanco únicamente ocupada por cuatro ideitas tópicas, por lo que, lo habrás observado, como si tuviese una ventanilla en la frente y atisbando por ella, se sabe de antemano lo que piensa y lo que va a decir.
Amigo y tocayo, que Dios os conceda a ti y a todos los tuyos tanta salud y alegría de vivir como yo os deseo.

Félix