Hola pequeño David. Ya llegaste, al fin pudimos contemplar tu preciosa carita. ¡¡Qué guapo!! Bueno, en realidad eso dice tu yaya Pili y no sé si creerlo, aunque mirando tus fotos, he de reconocer que sí, que tiene razón. Eres una preciosidad. Has nacido guapísimo y sanito, que es lo que en verdad importaba y tu mamita una vez más ha sido una campeona.
Papá, el grandullón que te cogió en sus fuertes brazos apenas saliste de la tripita de tu mami, es en estos momentos el hombre más feliz sobre la tierra y va a ayudar mucho a que tu mami se recupere pronto para poder disfrutar de ti muchísimo ¡¡Ya sois familia numerosa!!
Ahora de momento les verás nerviosos, pero no te preocupes, que pronto se les pasará. El trance no ha sido fácil, nunca lo es, y ahora además sin poder recibir la visita de las abuelas, a ellos se les hace un poco más cuesta arriba, aunque ya son unos expertos en cuidar preciosuras.
No sabes qué suerte tienes pequeño. Has llegado a una familia que te esperaba con los brazos abiertos. Eres un niño buscado y deseado con mucho amor.
En casa te esperaban ya ansiosos tus hermanos mayores. Ya verás qué bien lo vas a pasar con todos los juegos y juguetes que te tienen preparados, aunque de momento es pronto, no puedes jugar tanto como ellos quisieran porque eres muy pequeño y aún tienes que crecer un poco más antes de comenzar a disfrutar de todo lo que te ha regalado la vida precioso bebé.
No vamos a engañarnos, no son tiempos fáciles, pero papá y mamá te mostrarán el camino de lo bonito que es vivir a tu lado.
Con esta carta de bienvenida a tu vida, quiero dar la enhorabuena a toda tu gran familia, especialmente a tu yaya Pili que para eso es mi cuata y por serlo, me da derecho a que seas mi sobrino nieto. No sabes lo orgullosa que me siento de tener como mía, la bonita familia que es la tuya.
¿Sabes David? Además de a todos ellos, tienes una estrella grandiosa que desde el cielo siempre iluminará tu camino. Es el querido yayo Félix. Estoy segura que desde su atalaya en el cielo de Cornón, sigue guiando los pasos de todos los que le quisimos.
Desde allá arriba ha de estar orgullosísimo al ver la familia feliz que ha formado su nieto Javi (tu papi), junto a la preciosa Laura (tu mami) y tus hermanos Gonzalo y Saúl y ahora tú pequeñín.
Te hubiera encantado conocerlo (y él a ti ni te cuento). Era el mejor yayo Félix del mundo. Él enseñó todo lo que sabía a tu yaya Pili para que ella fuera la mejor yaya y ya verás lo bien que aprendió.
Crece sanito David. Duerme mucho y come bien. Verás qué rápido pasa el tiempo y lo enorme que te harás para que tu yaya presuma de nieto como lo hace de tus hermanos y de tus primos Héctor y Álex.
Precioso David, bienvenido a la vida. Disfruta de ella y se tan feliz como todos te deseamos.
Te quiere tu tía abuela
Marisa